TEBAS LAND

Bajo la luz de la luna llena, navegué por los trenes subterráneos de Buenos Aires en dirección a la avenida México, con destino a la sala de Teatro Timbre 4, uno de los espacios culturales más queridos por el púbico y de los principales agitadores de la escena teatral porteña. Al cruzar las cortinas, una suerte de jaula carcelera aguardaba instalada en las penumbras del escenario. La obra que estábamos por ver nació de los encuentros entre un dramaturgo y un hombre que vivía en la prisión, tras haber asesinado a su padre. 

Fotos: Difusión
El joven Santos. Confesando su crimen al otro lado de la celda. Foto: Fabián Pol

Cada vez menos extraños.

Esa noche viajé por las rutas underground de capital hasta una especie de Tebas Land, una tierra de ficción enlazadora de mundos; o acaso un episodio clandestino fabricado desde la tragedia. Esta pieza de teatro parte del parricidio y se inspira en el mito de Edipo Rey, de Sófocles, en la vida del santo europeo San Martín (habitante del siglo IV) y en un expediente jurídico, cocreado desde la imaginación del dramaturgo franco-uruguayo Sergio Blanco, a través del cual se narra la historia del joven parricida Martín Santos. 

Ensayos nocturnos. Dándole vida al personaje de Martín.

Bajo la dirección de Corina Fiorillo y con actuaciones de Gerardo Otero (izquierda) y Lautaro Perotti (derecha) esta obra va tomando forma a partir de los encuentros que irán sucediendo en la cancha de básquet de la prisión donde vive Martín, quien comenzará a recibir las visitas de un reconocido dramaturgo, que obsesionado con el tema de la muerte y el expediente de Santos decide ir a conocerlo para comenzar a escribir la historia detrás del asesinato, pero más allá de reconstruir las escenas del crimen, irá dándole vida escénica a los encuentros entre ambos. Momentos de tensión y alta fidelidad entre dos personajes solitarios que aprendieron a escucharse, a ser sinceros y a mostrarse reales, más allá de los miedos y los límites absurdos de la ley.

                                                             Entre el registro y la proyección. Valiosa presencia narrativa del lenguaje visual.

Con mucha sutileza se van tejiendo las conmovedoras escenas de Tebas Land. Mientras van aflorando ciertos detalles del contexto, y de las cosas imborrables detrás de lo vivido, cada nuevo escenario - diseñado desde el Universo del juego - irá encontrando la magia del doble ritmo, ese lenguaje auténtico que les da vida a los amantes del baloncesto. Como una telaraña, los relatos de lo narrado comenzaron a reunir personajes fantasmas para evocarlos a lo largo de la noche, como la sombra del padre asesinado y el recuerdo de una madre ausente - pero espiritualmente viva en el corazón del hijo. "Con mi mamá nos amábamos, yo creo que ella me quería más a mi que a mi papá", recuerda Martín, con su extraña voz de adolescente, en un memorable momento de iluminación en solitario.

                                                                        Santos, segundos antes de alcanzar la intensidad dentro de su celda.
Martín, que terminó preso de su libertad por dar rienda suelta a la rabia contenida de tantos años hacia su padre, irá experimentando una experiencia artística de verdadera sanación, saliendo de lo rutinario, desde el interior de una celda, para abrir viejos cajones de su memoria, abriéndose a compartir escenas de su pasado que a través de la ficción serán vitales para la construcción de su propia historia, y para el nacimiento de su nueva vida.

Ficha artística-técnica:
Fotografía: Fabián Pol
Prensa: Marisol Cambre

* Tebas Land se presenta hasta el 17 de noviembre
Todos lo viernes a las 20h
en la Sala de Teatro de TIMBREe4
Dirección: México 3554 - CABA
Entradas disponibles a través de www.timbre4.com.
Localidades: $250
Facebook: Tebas Land
Duración: 100 minutos
Ver Trailer

Reconocimientos:
4 nominaciones Premios ACE
(Asociación Cronistas del Espectáculo)
Mejor espectáculo de Teatro Alternativo
Mejor dirección Corina Fiorillo
Mejor actor Lautaro Perotti
Mejor actor Gerardo Otero



*TEBAS LAND


Reúne una serie de textos clásicos que abordan el tema del parricidio: Edipo Rey de Sófocles, Los hermanos Karamazov de Dostoievski, Un parricida de Maupassant y Dostoievski y el parricidio de Sigmund Freud, no con el propósito de rendirles un hueco homenaje literario sino con el fin de proponer un verdadero desafío de parricidio escénico.

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